Autor: Daniel Castro

5 hábitos frecuentes que pueden estropear tus dientes

Algunos de los hábitos más frecuentes pueden llegar a dañar nuestros dientes, como cepillarnos justo después de tomar una bebida con gas o mordernos las uñas. Estos hábitos que pueden resultar peligrosos para nuestra salud bucodental son los siguientes:

1.- MORDERSE LAS UÑAS

Este hábito, además de no ser higiénico y provocar heridas en los dedos, puede resultar perjudicial para la salud bucal. Esta práctica puede llegar a producir fisuras en los dientes, especialmente los incisivos, además de provocar infecciones locales en la boca y aparto digestivo.

 

2.- BEBIDAS CARBONATADAS

El consumo excesivo de este tipo de bebidas puede originar varios problemas de salud, como la erosión del esmalte dental, volviéndolo más frágil y propenso a que aparezcan caries. Esto es debido a que este tipo de bebidas, además de contener mucho azúcar, son también muy ácidas. Algo parecido ocurre con las piscinas de cloro. Cuando esta sustancia se encuentra en grandes cantidades en el agua, puede resultar perjudicial para el esmalte de aquellas personas que en ella se sumerjan.

3.- MAL USO DE LOS DIENTES

Los dientes no son herramientas. Destapar botellas de refresco con los dientes, abrir frascos o envases de cartón o papel, son hábitos que fracturan y desgastan los dientes. Del mismo modo, y aunque no parezca dañino, tampoco es recomendable cortar hilos con los dientes, ya que facilita la aparición de fisuras.

 

4.- MASTICAR CUBITOS DE HIELO

Existe mucha gente que tiene por costumbre masticar los cubitos de hielo que quedan en los vasos tras terminarse una bebida, aunque sea algo que los dentistas desaconsejan. Cuando se realiza esta práctica regularmente, puede provocar fracturas y fisuras en los dientes, especialmente aquellas personas que tengan empastes o coronas.

5.- CEPILLADO INCORRECTO

Aunque desde pequeños nos enseñan que hay que lavarse los dientes después de cada comida, lo cual es correcto, hay algunas veces que no es recomendable llevarlo a cabo inmediatamente después de comer. Esto es debido a que algunos alimentos como las patatas fritas industriales, los cítricos y las bebidas gaseosas y alcohólicas, tienen un alto contenido en ácidos. En todos estos casos se aconseja esperar entre 2o y 30 minutos antes del cepillado. Esto es debido a que el esmalte, con el ácido de estos alimentos, pierde el calcio y el cepillado empeora la situación, siendo recomendable esperar a que los minerales vuelvan a depositarse en el diente. Otros problemas derivados de un mal cepillado son las abrasiones de los dientes por exceso de fuerza o por utilizar un cepillo excesivamente duro.

Cepillo de dientes: ¿Manual o Eléctrico?

Los cepillos eléctricos, normalmente, presentan ventajas sobre los cepillos dentales clásicos. Sin embargo, existen ocasiones en las que un cepillo manual de toda la vida es más conveniente. Cabe destacar que un cepillado eficaz no depende de si es un cepillo eléctrico o manual, ya que puede hacerse con ambos siempre que se sigan unas recomendaciones básicas.

CEPILLADO ELÉCTRICO

Elegir un cepillo eléctrico trae consigo multitud de ventajas:

Reduce en mayor medida la placa bacteriana, responsable de la aparición de caries y gingivitis.
Son más respetuosos con el esmalte dental, ya que suelen tener mecanismos de control de presión, evitando abrasiones.

Se ha comprobado que las personas que utilizan cepillos eléctricos suelen destinar más tiempo al cepillado que aquellos que emplean cepillos manuales. Puede ser porque un cepillado eléctrico es menos cansado pues suele resultar más fácil de realizar.
Muchos cepillos eléctricos avisan transcurridos los 2 minutos necesarios para llevar a cabo un buen cepillado, siendo por ello más fácil realizarlo de forma eficaz.

¿Cómo elegir un buen cepillo eléctrico? La evidencia científica resalta que aquellos cepillos eléctricos con tecnología oscilante-rotatoria consiguen mejores resultados, eliminando un 20% mas de placa que otros sistemas. La tecnología avanzada permite registrar el tiempo de cepillado en cada zona de la boca, corregir defectos de cepillado, conectar el cepillo a dispositivos bluetooth, etc., por lo que estamos al principio de una auténtica revolución en el campo de la salud bucodental.

CEPILLADO MANUAL

Existen multitud de cepillos diferentes en el mercado, aptos para todos los gustos. A la hora de elegir el más apropiado para nosotros, es recomendable consultar al dentista para que nos recomiende. Sin embargo, existen tres parámetros base en los que debemos fijarnos:

Dureza de las cerdas. No es recomendable usar aquellos con una dureza muy alta.
Tamaño de la cabeza. Debe ser el apropiado para alcanzar todos los rincones de la boca.
Diseño. La curvatura del diseño del cepillo tiene que resultarnos cómoda y eficaz para llegar a todas las piezas.

¿En qué casos es más recomendable entonces elegir un cepillo manual frente a uno eléctrico? Siempre lo más indicado es preguntar a nuestro dentista, aunque existen situaciones en las que un cepillo manual es mejor. Tras una cirugía con sutura o una zona dolorida, un cepillo manual de cerdas ultrasuaves permite un cepillado más delicado, controlando mejor la velocidad e intensidad. En casos de ortodoncia también suele ser apropiado un cepillo manual puesto que uno eléctrico podría desprender algún alambre o bracket. En el caso de los niños, aunque no existe inconveniente en utilizar uno eléctrico, la fidelización del cepillado suele hacerse con uno manual puesto que existe más oferta para su tamaño de boca y manos.

 

 

 

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