Nuestra clínica está asociada al PADIEX (Plan de Atención Dental Infantil) promovido por la Junta de Extremadura, para niños a partir de 6 años.
Cuando en la boca reina un ambiente favorable a las bacterias, es frecuente que aparezcan problemas de caries y de inflamación de las encías. Para cambiar este ambiente, además de la dieta variada y sana (frutas, verduras, carnes, pescados, y especialmente alimentos ricos en calcio como la leche o el yogur), deben seguyirse unos hábitos de higiene sencillos, pero que deben realizarse de forma constante. Uno de ellos es el correcto cepillado de la dentadura, a ser posible después de cada comida, y otro es el uso rutinario de colutorios para enjuagar. existen colutorios específicos para cada tipo de paciente
Otro tipo de tratamiento preventivo que ha demostrado gran efectividad en la prevención de la caries es la apertura, limpieza y sellado de hermético de las fisuras de las muelas.
Las fisuras de las muelas constituyen un rincón donde los cepillos de dientes no pueden acceder. Por eso suelen acumular bacterias que terminan generando el 90% de las caries en los niños de 6 a 14 años de edad. Son casi siempre caries rápidas, que no suelen causar molestias hasta que están muy avanzadas. Es necesario recordar que el tejido dental no tiene capacidad de regeneración, y por lo tanto, que cada micra de estructura dental dañada por la caries queda perdida para siempre. El sellado de estas fisuras antes de la aparición de la caries mantiene eficazmente durante años su salud e integridad.
Practicar habitualmente estas medidas higiénicas y estas técnicas de prevención y realizar visitas de revisión cada 6 meses permite conservar de forma sencilla una dentadura sana toda la vida.
Si a pesar de ello, tuviésemos que tratar caries a nuestros pequeños pacientes, usaremos, siempre que sea posible, el método Carislov que evita el ruido y la desagradable vibración de los instrumentos rotatorios. Carislov consiste en un método bioquímico para la detección y eliminación de la caries sin dañar el esmalte ni la dentina sanas y no precisa de anestesia previa ni de la utilización de los instrumentos rotatorios tan desagradables para los niños por el ruido y la vibración.
Desde el mismo momento de la erupción de los primeros dientes, puedes encontrar en el mercado diferentes opciones para el correcto cepillado de estos, desde los dedales de silicona o látex hasta los cepillos de pequeño tamaño y filamentos muy suaves que, sin duda, son verdaderas caricias para el niño. Conviene cepillar los dientes después de cada ingesta para eliminar los restos de alimentos que pueden quedar en la cavidad oral. El cepillado conviene que lo realive algún adulto ya que, hasta los acho años, el niño no tiene destreza manual suficiente como para realizar un cepillado efectivo. en muchas ocasiones, es recomendable que el niño realice enjuagues con algún colutorio que le prescriba su médico. El especialista recomendará el más adecuado a la edad del niño.
Por término medio, no debemos esperar más de seis meses entre visita y visita. El especialista, conocedor de los problemas que se pueden plantear a cada edad, y sabiendo la enfermedad previa o problemas que ha padecido el niño, nos indicará la frecuencia de las visitas, ya que en algunos casos estas deben ser más frecuentes.
El comienzo de la dentición de leche es aproximadamente a los 6 meses de edad, que es cuando salen los incisivos centrales inferiores.
Es necesario recordar que la caries es fundamentalmente una enfermedad infecciosa, y por tanto un foco de infección que debemos combatir cuanto antes, sea cual sea el diente y la edad a la que se presente la enfermedad. Pero si a ello añadimos que el niño necesita una boca sana para facilitar su alimentación y por consiguiente su crecimiento adecuado, estaremos en condiciones de reconocer la importancia del cuidado y conservación de un diente de leche. Además debemos tener en cuenta que si se pierde un diente de leche antes de la salda del definitivo, deberemos colocar un aparato llamado mantenedor del espacio. Por todo ello es importante conservar las piezas de leche.
Los niños, como los adultos pueden sufrir caries profundas en sus dientes. Pero sobre todo teniendo en cuenta que mucho aún no han desarrollado por completo sus capacidades motoras y están continuamente realizando actividades físicas son las personas más expuestas a los traumatismos dentarios. En caso de la afectación pulpar también hay que tratar estos dientes, ya sean dientes de leche o los permanentes, pero no se puede realizar una endodoncia ya que las raíces de los dientes de leche no tienen la morfología de una raíz definitiva y en algunos casos de dientes definitivos a edades tempranas, la raíz no ha terminado de formarse. En estos casos realizamos dos tipos de tratamiento:
La pulpotomía: En dientes temporales el tratamiento pulpar es completamente diferente: se realizan pulpotomías. La pulpotomía es la momificación de la pulpa aún vital para dejarla latente hasta que el niño pierda esa pieza y sea sustituida por la definitiva. Esto permite conservar el diente unos años, manteniendo así el espacio y evitando apiñamientos en la edad adulta.
La apicoformación: En los dientes definitivos, en el caso de los niños, la raíz aún es inmadura, no ha terminado de formarse y el ápice (punta de la raíz) está abierto, por lo que se necesita realizar un stop apical al final de la misma. Clásicamente esta barrera se conseguía mediante varias sesiones en clínica. Hoy en día, gracias a los nuevos materiales (MTA) se puede lograr este stop en una sola sesión. Una vez realizada la apicoformación, se realizará la endodoncia más adelante para terminar el tratamiento de ese diente.
Si el diente es definitivo, podemos colocarlo nuevamente en el alveolo si no ha transcurrido más de una o dos horas desde el traumatismo. Lo importante es conservar lo mejor posible el diente durante el tiempo en que se encuentra fuera de su lugar en la boca. La recogida y manipulación del diente nunca debe de hacerse por la zona de la raíz. El lavado se realizará con suero o leche intentando la recolocación del diente en el alveolo dentario y acudir de forma inmediata al estomatólogo. Si ello no fuera posible o no nos sintiéramos capaces de hacerlo, el traslado de dicho diente debe de hacerse de forma urgente a nuestra clínica, conservándolo en medio húmedo (suero, leche, e incluso, colocado en la propia boca bajo la lengua) nunca en seco (servilletas, pañuelos,…) A partir de la primera hora de situación del diente fuera de la boca el pronóstico empeora, ya que las células del ligamento comienzan a deteriorarse.
Cuando el diente es de leche, no es conveniente volverlo a colocar en su lugar ya que puede tener consecuencias en los dientes permanentes en formación.
En estos casos se debe reponer mediante una prótesis o aparato el diente o dientes perdidos con el objetivo de que el niño recupere las funciones de fonación, masticación y la estética adecuada a su edad. El odontopediatra le aconsejará sobre el momento oportuno para la colocación de la prótesis en cada caaso.
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