Helados y sensibilidad dental, ¿algún consejo para combatirla?
Empieza la temporada de verano y con ella, la ingesta de comidas y bebidas frías como ensaladas, sopas, frutas, zumos y helados. Aunque estos sean los alimentos que más apetecen para combatir el calor, hay que tener en cuenta varios aspectos en relación al cuidado de la salud bucodental, especialmente si sufrimos sensibilidad dental.
La sensibilidad dental se produce cuando el esmalte que recubre el diente se encuentra debilitado, volviéndose más susceptible a estímulos externos inofensivos como el frío. Esto puede ser un indicador de que tus dientes necesitan atención y ser revisados por un dentista para evitar posibles complicaciones en el futuro.
Las causas más comunes de aparición de sensibilidad dental son el desgaste del esmalte por un cepillado demasiado agresivo o el uso de pastas dentífricas abrasivas; reflujos ácidos o trastornos alimenticios haciendo que los ácidos estomacales erosionen el esmalte; encías retraídas exponiendo la raíz del diente y la dentina, aumentando la sensibilidad; caries dentales, ya que las lesiones por caries pueden llegar a afectar a la dentina; y dientes agrietados o fracturados, exponiendo la dentina y provocando dolor al contacto con estímulos externos.
Cuando un paciente se encuentra afectado por sensibilidad dental, la mejor opción es acudir a un dentista que aconseje un tratamiento personalizado. Sin embargo, os dejamos algunos consejos para poder disfrutar de estos alimentos fríos este verano minimizando los efectos de la sensibilidad dental:
1.- Uso de pastas y geles dentales específicos: existen numerosas pastas dentífricas y geles bioadhesivos especializados en el tratamiento de la sensibilidad dental. Éstos contienen compuestos que ayudan a bloquear la transmisión de sensaciones desde la superficie del diente hasta el nervio, evitando con ello la aparición de dolor.
2.- Enjuagues bucales con flúor: el flúor ayuda a fortalecer el esmalte dental, protegiendo con ello el nervio y la dentina de tus dientes.
3.- Cepillado diario y suave: la higiene diaria es fundamental para garantizar una buena salud bucodental, pero recuerda utilizar cepillos de cerdas suaves y no aplicar una fuerza excesiva para evitar la erosión y la abrasión de tus dientes.
4.- Uso diario de hilo dental y/o irrigador bucal. Esto hará que los espacios entre los dientes estén limpios, evitará la retracción de las encías y las mantendrá saludables.
5.- No cepillarse inmediatamente después de las comidas: muchos alimentos ácidos debilitan el esmalte de tus dientes, por lo que es aconsejable esperar al menos 30 minutos después de cada comida para evitar dañarlo.
Recuerda visitarnos periódicamente para garantizar una correcta salud bucodental. En Clínica Castro estudiaremos y valoraremos tu problema y en el caso de sufrir sensibilidad dental, te propondremos un tratamiento personalizado.